Boda en Linares (Jaén). Iglesia Linarejos y complejo Juleca

El calor seco de Jaén también estuvo invitado.

Los sueños pueden hacerse realidad. En la vida hay que proponerse metas, motivarse para conseguirlo y poner todo de tu parte para llegar a ello. No hay cosas inalcanzable, si otros pudieron, tu también puedes, ¿porqué no?.

El día de tu boda, además de significar un paso más en tu vida, es un día perfecto para juntar a toda tu familia, la de siempre y la nueva, los amigos y los más allegados. Nunca más tendrás tantos seres queridos juntos, en ningún otro evento como en el día de tu boda. Un día perfecto para, porqué no, cumplir algunos de tus sueños, porque los sueños se cumplen, sino que se lo pregunten a Rocío…

Una boda en Jaén llena de sorpresas

Fue un día de calor, las altas temperaturas con las que nos acogía Jaén nos dejaba sin aliento, un calor seco muy distinto al de Cádiz. Después de una mañana de paseo por la ciudad, comenzamos la jornada en una casa que ya conocíamos. Todo estaba preparado. La llegada del ramo, la abuela más divertida de todo Linares y una preciosa perrita, una más de la familia, que no se le escapaba ni un detalle observando todo desde el terrazo.

La música presente desde el Santuario de Linarejos hasta el complejo Juleca

Corriendo hacia el santuario de Nuestra Señora de Linarejos para preparar todo antes de la llegada de Iván, que puntualmente desembarcaba a su cita. En el interior del templo, los cantos de primas y amigos amenizarían una comprometida ceremonia. Arroz, petalos y purpurina, esto último se pegó a la piel de todos los presentes y lo llevamos con nosotros el resto de la boda.

Un paseo por unas antiguas fábricas antes de llegar al complejo Juleca, salón restaurante con un hotel adjunto, que nos permitía descansar a tan sólo unos metros del salón. Allí sería la celebración, una gran fiesta donde sucederían momentos que la pareja no olvidarían jamás.

¡Qué suene la música!, un paréntesis en los aperitivos mientras sonaba las primeras notas de una bonita canción… ¿Qué ocurre?, tan sólo hubo que esperar unos segundo para ver entre la multitud, un caballo acercándose hacia nosotros. Podría ser un momento más de un evento, pero no, aquel momento significaba algo más, era un anhelo, un sueño de una novia que estaba palpando entre sus dedos. Tan sólo un par de días de ensayos, bastaron para montar un precioso espectáculo dejando boquiabiertos a todos los asistentes. Móviles a grabar, caras de asombro y alguna que otra lagrimilla al ver como Rocío, se desenvolvía como pez en el agua ante el animal al son de la música.

Detalles y agradecimientos, desde el corazón a sus invitados

Y si una boda es un buen día para cumplir uno de tus sueños, también es un buen día tener un gesto de agradecimiento a tus invitados especiales y hacerlos más especiales todavía. A las amigas, a las compañeras de trabajo, a las solteras, nadie se libró de un bonito gesto o de un bonito detalle. La pareja prepararon con mimo, cada uno de los agradecimientos que del corazón iban saliendo. Apenas tuvimos tiempo para comer, había que estar atento a un banquete lleno de sorpresas y fiesta, mucha fiesta de la mano de un saxofonista y como no, la mesa «desconcierto», que venían a darlo todo desde el primer momento.

Baile nupcial, cartas de agradecimiento, photocall, gorros locos… Un sin fin de emociones y vivencias no apto para invitados aburridos. Cansados pero contentos por el trabajo bien hecho, nos trasladamos tan sólo unos metros en busca de nuestra habitación. Ellos, mientras, agotaban los últimos minutos de fiesta, una fiesta que, sin duda, no olvidarán jamás y nosotros le ayudaremos a recordarla…

Pareja, gracias por todo. Fue un placer forma parte una vez más de los grandes eventos de vuestra familia. Nos habéis hecho partícipes de dos de los días más bonitos que una madre y un padre pueden contar de sus hijas. Dejaremos un trabajo hecho para disfrute de todos y generaciones venideras, todo un honor. Se merecéis lo mejor, sed muy felices…

Y los anillos que no venían…

Ah, se me olvidaba, los anillos tienen una bonita historia detrás. Así, de golpe, llama la atención su diseño, que es, nada más y nada menos, que la gráfica de un electrocardiograma realizado a la perrita de los novios, ¿original eh?

Estuvieron en la boda por suerte, por mucha suerte y es que venían de Madrid. La mensajería que traía el paquete tenía que hacer la entrega el día antes de la boda, pero un mal entendido dejó el paquete sin entregar, sábado por la mañana, a unas horas del «sí quiero» y sin anillos…

La solución vino a través de Facebook, un mensaje y compartir, entre familiares, entre invitados y entre todo el que quiso colaborar por la causa, que no era otra que dar con alguna persona de la mensajería.

El final fue feliz. Fuera de su jornada laboral, un trabajador de la agencia de transporte vio el mensaje y se puso en contacto con la novia, abriendo especialmente la oficina para buscar entre las cajas, aquella que traía este símbolo que tanto significa, llegando a tiempo a las manos del Sacerdote…

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