Boda en iglesia de Santo Domingo de Cádiz y finca La Carreña de Jerez

Una boda está hecha de detalles. De una forma o de otra, son los que marcan la diferencia y hacen que los invitados vivan experiencias únicas. Desde que formalizan la fecha del gran día, el modo boda se pone en ‘on’ y comienzas a indagar en redes sociales, blogs y portales, ideas y detalles que te inspiren para hacerlos presentes en la tuya.

La segunda parte es donde adquirir esos detalles, tienes la opción de ir buscando en tiendas especializadas o porqué no, en el grandullón Aliexpress que si no tienes prisa en tenerlo en casa, puede ser una buena opción. Bueno, también cabe la posibilidad de que todos estos detalles los fabriques tu mismo, pero puede ser una locura…

¿Una locura?, Vero y Carlos están locos, muy locos y su afición por las manualidades les empujó a realizar todos los detalles de su boda con sus propias manos. Metros y metros de banderolas, los detalles a cada uno de sus invitados, la decoración del salón, gorros, pajaritas e incluso un photocall. Todo, absolutamente todo salió de sus manos. Una auténtica locura con final feliz, porque cuidaron hasta el último detalle, dejando preciosas estampas para los invitados y como no, para nosotros y nuestras instantáneas, la finca La Carreña estaba irreconocible.

Una boda en la finca La Carreña con una decoración espectacular

La casa del novio era como nuestra casa, era el tercer y último de los hermanos que casábamos, bueno, que le tomábamos recuerdos en su boda, casarlos, los casaron los respectivos curas :). Risas y buen ambiente en una familia sencilla a la que apreciemos muchísimo, aunque la distancia y la rutina no nos permita verlos a menudo. A unos kilómetros del cortijo, Verónica, fuerte, muy fuerte, sinceramente no la esperábamos así, pero sí, se comportó como una campeona. Las lágrimas de todos los previos, recuerdo las suyas en cada una de las reuniones, le habían desahogado tanto, que ese día todo serían risas, bueno, casi todo, porque en la ceremonia, tras unas palabritas y el derrumbe del padrino, nos dejó entrever tras su velo, alguna que otra lagrimilla.

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La complicidad de esta pareja se hace notar en cada una de las instantáneas. Una mirada, un gesto, una risa o un beso, cientos de momentos que nos brindaron durante toda la jornada y nos invitaban a estar constantemente en alerta en busca de momentos emotivos, de los que te erizan el vello, de los que a nosotros nos gustan tanto.

La fiesta estaba asegurada, un buen grupo de amigos llegados desde Jaén y Cádiz, estaban dispuestos a darlo todo. Cubatas por los aires, espontáneas procesiones, inmersiones en la piscina, la tarde-noche dio mucho de sí para celebrar el amor de esta bonita pareja.

Familia, amigos, fue un placer volver a formar parte de uno de los días más bonitos de vuestra familia. Disfrutamos muchísimo, nos reímos y también nos emocionamos. Aquí una selección de fotografías que recordaréis siempre. Gracias por todo, de corazón. ¡Sed felices!