F + M. Boda en Santa María de Caná, Madrid.
Nos gustan las aventuras. Cada boda se convierte en una experiencia de más de una decena de horas, aunque a veces, estas aventuras se alargan a varios días. Traslados, hoteles, comidas y un sin fin de nuevas experiencias que tenemos el placer de vivir con nuestro trabajo.
Hasta la capital nos fuimos, en el sur de Madrid se encuentra un pueblo lleno de jardines, casas bonitas y una iglesia fuera de lo común. Pozuelo de Alarcón sería el lugar elegido por Fran y María para su ceremonia.
Santa María de Caná, una preciosa iglesia para darse el «sí quiero»
Allí en la parroquia de Santa María de Caná, nos esperaba un párroco joven y simpático, que nos contó toda la historia de aquella iglesia, su construcción, su día a día y sus domingos, donde los feligreses llenaban las más de mil quinientas plazas de capacidad. Nos abrió todas las puertas y nos dio todas las facilidades posibles para que pudiéramos realizar perfectamente nuestro trabajo, un placer.
No sólo nos cayó bien a nosotros la mañana de la ceremonia, también lo hizo para todos los invitados unas horas más tarde, ya con Fran y María sobre el altar, regaló a todos los presentes una ceremonia amena, distendida y simpática, con varios detalles de humor. Recuerdo aquello que le dijo al novio: «Fran, a partir de ahora, la última palabra siempre la tienes tú, sí cariño», o aquella retransmisión del partido de futbol del Real Madrid que se coló por la megafonía de la iglesia y que salvó con un «tranquilos, que es la Cope…».
Tres preciosas niñas acompañaron desde los inicios a María. Vivimos con ella los previos compartiendo las ocurrencias de sus sobrinas que llevaron hasta el altar los anillos y las arras. Desde una de las habitaciones del hotel Pozuelo salía Fran, a él también le acompañamos en los previos ataviando el traje de gala del ejército del aire.
Todos los compañeros de promoción presentes en la boda, tendrían su especial protagonismo al finalizar la ceremonia. Espadas en alto, esperaban la salida de los recién casados entre pétalos y arroz. Una estampa fantástica con un pasillo formado por una treintena de militares que no dejó indiferente a nadie.
Tras nuestro paso por el palacio del Infante Don Luis para tomar unas fotos de pareja, nos dirijimos hasta precioso lugar de celebración, La Campana, localizado también al sur de Madrid, en la población de Boadilla del Monte. Los invitados iban llegando y entrando en aquella impresionante estructura que acogería los aperitivos. Una atrevida obra del arquitecto Antonio Lamela construida en hierro en los años sesenta.
La Campana, el lugar perfecto para la celebración de bodas
Una cena de categoría servida por el catering Villa Real y amenizada por muchas sorpresas que los novios tenían preparadas a sus amigos y familiares, sirvió de antesala a la fiesta, donde no pudieron faltar los manteos a los novios, tradición entre los amigos y que nos dejaron con la boca abierta, llegando a tocar el techo en uno de ellos.
Un capítulo más de nuestra empresa terminaba, una aventura de cuatro gaditanos que subían a la capital en busca de emociones y momentos especiales que captar. Fue Dani Troncoso con quien compartimos esta aventura y fue él el encargado de realizar el video del evento.
Chicos, gracias por vuestra confianza, fue un placer formar parte de vuestro gran día. ¡Sed felices!
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