Boda en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. Jerez

A veces, cuando viajamos, vamos al otro lado del planeta en busca de una iglesia, un monumento o un espectáculo. Los atractivos turísticos y las actividades es la primera tarea que deberás conocer cuando llegar a otro país y otra ciudad. Esto es perfecto para conocer la cultura de dicha localidad y adentrarte en «su mundo» pero, ¿conocemos lo nuestro?.

Mi paso laboral por una agencia de viajes me ha permitido conocer la mayor parte de la oferta turística que ofrece nuestra ciudad. Es curioso que hablando con amigos, hay mucho que aún no conocen el espectáculo de la escuela ecuestre «como bailan los caballos andaluces». Vienen personas de todas partes del mundo a presenciar este original espectáculo y nosotros no lo valoramos. Que verdad es ese dicho que «nadie es profeta en su tierra».

En coche de caballos hasta la Real Escuela

Bueno, tras esta breve introducción, te vamos a contar un poco del gran día de Antonio y Mónica. El estar afincado fuera de la ciudad no le prohibió de montar una espectacular boda. Comenzamos en el que quizás sea el hotel más vanguardista de la ciudad, el Palacio Garvey. Allí, en una suite, disfrutamos de los preparativos, con su sesión de maquillaje, peluquería y sonrisa, porque esta última no se despegaba nunca de Mónica.

En la puerta del segundo templo de la ciudad, San Miguel, se paró el coche de caballos blancos que trasladaba a la novia. Ceremonia y camino de la Real Escuela, donde el jardín lucía esplendoroso. Todo perfectamente decorado y con una temperatura perfecta disfrutamos de una velada con la luna como testigo. Todo esto antes del gran baile, donde el gran Jose Bravo nos tendría preparado una fiesta en mayúsculas.

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