Preboda en el pueblo de Vejer de la Frontera, Cádiz

Fue hace unos meses. Crucé la frontera que divide España de Marruecos en busca de la ciudad Azul. Esta vez no la tendría de paso, sería mi ciudad dormitorio. Unos días en este próximo país para aprender un poco más sobre este maravilloso mundo de la fotografía documental, o lo que es lo mismo, explicar con imágenes un lugar o evento. Lo que hacemos cada sábado en un boda, pero esta vez en un pueblo tan diferente como es Chaouen, con una cultura muy distinta y en fechas de ramadán, con todo lo que eso conlleva…

Vejer y sus calles, escenario ideal para una sesión de preboda

¿Porqué les cuento esto?, porque la preboda que hoy les traigo tuvimos como escenario a Vejer de la Frontera, pueblo que siempre he visto de paso, nunca tuve el honor de pasear tranquilamente por sus calles. Como la fotografía de boda tiene esta parte viajera, Andrew y Ana se encargaron de indicarnos cada rincón de su casco antiguo, sus torres, sus rincones y sus vistas al mar, ¡precioso!.

Nada más comenzar, el caminar me trasladó directamente a Chauen, sus calles, sus rincones, incluso por qué no, sus gatos y su gente. Tenía que tener algo en común un pueblo y otro porque las semejanzas eran brutales. Sólo basta poner los dos nombres en Google para que te cuente la leyenda que dice que cuando España era musulmán, el emir Mulay Alí ben Rachid se enamoró de una mujer de Vejer. Más tarde, cuando los cristianos los expulsaron de la península, dicen que para calmar la nostalgia que su amada tenía de su pueblo, mandó a construir uno a su imagen y semejanza: Chauen.

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Vejer y Chauen, dos pueblos muy semejantes

Paseos, abrazos y besos. Las calles de Vejer se rindieron a los encantos de esta bonita pareja que no dejaron de sonreir y no pudimos tener un mejor final que la puesta de sol del cabo de Trafalgar. Pronto llegará su día, será una gran fiesta que no olvidarán jamás. Aquí compartimos los previos, esos días en los que hay que disfrutar tanto o más como el día de la boda. Unos clicks de pareja que guardarán para el disfrute de ellos y generaciones venideras. Chicos, disfrutad, ya llega…