D+MJ. Postboda en Mallorca

La vida es caprichosa. Nunca sabes lo que te tiene preparado. Malos momentos que te llegan y buenos que te toca buscarlos. Sea lo que fuera, hay que afrontarlos con tesón, seguir hacia delante y saltar todas las barreras que te vayas encontrando. Hay que ser fuerte y caminar, tarde o temprano, al final del camino siempre habrá un resquicio de luz, nuestra recompensa.

La historia que está detrás de estas fotos tiene muchos años en su interior. Eran unos niños cuando se encontraron por primera vez, una amistad que fue forjándose entre Jerez y Mallorca. Aquí, allí, yo voy , tu vienes, tomando decisiones valientes en busca del amor, dejando atrás lo que fuera por estar juntos. Pero no todo iba a ser tan fácil, la vida a veces te lo pone cuesta arriba y es cuando hay que darse la mano y apretar los dientes, caminaron juntos y superaron todo y más.

El hotel Jumeirah, Santanyí, Sóller o Saforadada como escenarios de bodas

Después de varias peticiones, María José aceptó, la fiesta del amor, de su amor, ya tenía fecha y hora. Comenzó en el sur de España, fuimos los fotógrafos de su boda fue en Jerez y el final no podía ser otro que la isla de Mallorca con una postboda. De norte a sur y de este a oeste. De Santanyi y su cala Llombards a Sóller y su puerto, del hotel Jumeirah a la cala Saforadada. Un paseo que nos dejó encandilado por una isla que tiene mucho por descubrir.

Recorrimos la isla de Mallorca en busca de las mejores estampas de bodas

Comenzó en Santanyí, un pueblo al sureste de la isla que acoge espectaculares calas de arena fina y aguas turquesas. Llombards fue la escogida para las primeras fotografías, una cala frecuentada por la pareja y sus amigos. Zonas rocosas entre vegetación conformaban una postal envidiable. Todos al coche y atravesamos la isla en busca del puerto de Sóller, las tormentas amenazaban y el plan b era el hotel Jumeirah, un alojamiento 5 estrellas enclavado sobre un acantilado de la sierra de Tramuntana. Paseamos por sus lujosas zonas comunes y entramos en una de sus suites, una habitación super lujo frecuentada por artistas y famosos. El sol se aproximaba al mar y dónde mejor que ver la puesta que en el mirador de Saforadada, hicimos un hueco entre la multitud para tomar las últimas instantaneas de la maratoniana jornada.

También fuimos de postboda a Marruecos, concretamente Chaouen y Tetuán, ¿la vemos?

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