J+J. Boda en cortijo Pinar Rendón en San Roque. Cádiz
Cada vez nos gustan más las bodas multiculturales, es como viajar a un país lejano en un sólo día. Invitados de otra parte del mundo vienen al sur de Europa a vivir una boda en estos lugares y nos muestran parte de su cultura, música y hasta trajes típicos de la zona.
Entre los pinares de San Roque se enclava el cortijo Pinar Rendón para acoger celebraciones de boda
En esta ocasión tuvimos el placer de recoger los momentos más bonitos de un chico de Gibraltar y una chica de Hawai, James y Joy se conocieron allá por tierras turcas y han decidido darse el sí quiero junto a la «gran roca».
El Salón del Reino, el lugar escogido para la ceremonia
Todo comenzó cerca del mar. Desde una casa de la Alcaidesa se iniciaba un día precioso. Los novios, acompañados de sus amigos y amigas, se ataviaban con sus mejores galas entre carreras y los primeros brindis del día. Atravesamos la frontera hasta llegar al salón del Reino, donde una bonita ceremonia acogería el ‘sí quiero’. Volvimos a salir rumbo a San Roque, donde aterrizamos en el cortijo Pinar Rendón.
Una original cena buffet con platos típicos del sur: pescaito frito, quesos o arroces para apaciguar el hambre de todos los presentes. Entre plato y plato fueron surgiendo multitud de sorpresas y espectáculos fundiéndose la cultura andaluza con la hawayana. Sevillanas y rumbas con flamencas perfectamente ataviadas contrarrestaban con bailes del mismísimo Hawai.
Música internacional para acoger los mejores bailes
Desde Dublín llegaron una pareja de cantantes, un grupo que amenizó la recepción y tomaron el mando del inicio del baile con canciones clásicas que invitaban a mover los pies, cosa que no dudaron ni un momento todos los invitados, que nos dejaron momentos y estampas geniales.
Chicos, fue un placer formar parte de vuestro gran día. Muchas gracias por vuestro trato, fue de diez. Esperamos que os guste esta pequeña selección de fotografías y pronto tendréis todas las demás. Disfrutad de vuestra nueva etapa y no dejad nunca de sonreir.
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