M+D. Boda en la Catedral de Jerez y bodegas González Byass
La decoración cada vez se toma más en cuenta en la organización de una boda. Las parejas navegan por la red en busca de esa inspiración que haga su boda más especial, más diferente, más única. Buscan un photocool original, unos meseros bonitos o la iluminación justa para crear en la cena un ambiente ideal.
Un menú maridaje de categoría servido por el catering La Buganvilia
De todo esto sabe mucho González Byass y su catering Buganvilia. Sabemos de su buen hacer pero esta vez nos consiguió sorprender. De la mano de los novios, organizaron un evento espectacular, un atractivo para los más de trescientos invitados procedentes de todas partes del mundo. Una experiencia que seguro que no olvidarán.
Tras una bonita ceremonia bilingüe, los asistentes fueron caminando en busca de los aperitivos, pero antes, tras el ‘check point’ se toparían con dos guitarras y una flamenca bajo los hierros de Eiffel, la bodega de La Concha era la encargada de darle la bienvenida y de servir de fondo de las primeras fotografías que salían de sus móviles.
Un camino de velas te llevaba hasta los jardines de Villa Victorina, junto a la gran fue te y con un temperatura perfecta, disfrutamos de unos riquísimos aperitivos. Saludos y encuentros entre invitados, Manuel y Dacia, la distancia que separan a muchos de ellos no permiten todos los días tomarse una cerveza juntos.
Una experiencia para todos los invitados en un recorrido por varias bodegas
Tras la primera hora, los invitados atravesaron la bodega Cuadrada entre taconeos y cantes, un espectáculo de luz y color que servía de antesala al banquete, que se desarrollaría en la bodega de Los Apostoles. Velas y flores sobre las cabezas de los asistentes. Exquisita la decoración del salón creando un ambiente cálido y recogido.
Los vinos no podían faltar y tomaron un protagonismo especial. La pareja había preparado un menú maridaje con el que sus invitados pudieron probar hasta cinco caldos diferentes de González Byass.
Todo estaba listo para la gran fiesta y nosotros también. Pilas y tarjetas extras para acompañar a la pareja hasta el final de su baile, así lo quisieron y así lo hicimos. Impresionante el ‘candy bar’, cuatro mesas gigantes llenas de colorido y gominolas, expuestas con muchísimo gusto.
Nuestro photobooth, la voz en directo de Judith o las notas del violinista, coparon una noche llena de cócteles, copas y bailes. Pareja, sed felices.
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